SEGUNDO POEMA DE MARA THERESE
Le duelen a todos los rincones de mi
casa
el vacio que tú dejas
La ausencia de tu pelo sedoso de recién
nacida
Los cristales lloran al no tener el
tacto de tus ojos brumosos como el mar
Huyes de mi lengua como pájaros
que emigran
Desapareces de toda aquella rutina
desequilibrada
que traías a mi casa enredada
entre las flores silvestres que cortabas
y tendías en la mesa y en la
cama que todavía huele a tí.
No sufro como ayer los alambres de
púa que dejabas en mi almohada
pero provocas nostalgias infinitas
cuando cruzo con tus pasos y sonrisas
el recuerdo
Mariposa errática ¿
Que corriente de aire loca
te alejó del jardín
que cuidaba para tí ?
Dulce de luna es la sangre corrediza
que te lleva
cuerpo extraño e inconstante
Insensible de mí vagas por
ahí
malos espíritus te guian y
seducen
por desquiciados callejones de heroína
y ya no puedo seguir esperando por
tí en las esquinas
Te devuelvo los besos que me diste
Boca de sueño
Opio especialísimo
Y borren el tiempo y otros olores
tu nombre de mi lengua..
De Apuntes de Viaje
I ( Uno de Espantos )
Tengo un visitante
no lo veo
su olor es de siglos.
Corro la cama
me recuesto
y está encima de mis labios.
Yo no me apropio de nada
y mi nada enriquece su soledad.
Tengo un visitante
ahora que el ruido cesa
y la noche al fin acude a nuestra
mesa.
Espanto los necios
digo, espantamos los idiotas
y quedamos aquí
Siglos de camaradería bajo
las estrellas.
Leamington SPA, UK
Fugaz Reminiscencia
Esta bruma sajariana que me arropa
hálito de sueño
brisa tórrida
reminiscencias
de tu cuerpo
escuálido pero blando
muchacha de maiz
entrepiernas de
rosa
y labios que dibujaban maliciosos
mi torva imagen errabunda
Ásperos caminos reverdecen
(mientras oigo el óxido que
nunca duerme)
ya denuevo
debajo
más allá
del brunoso mediodía
ombligo de dátil
y tetas como higos
manantial donde bebo insatisfecho
fontana aún
de los recuerdos
que me calma y me sosiega
en esta hora frente al sopor del computador
innoble
justo ahora que me atrevo a recobrar
por un instante tiempos idos.
Uno va arrastrándose entre
espinas...)
No volvimos a llorar
No cantamos a los pueblos
Los bosques que quedaron
Ya no nos duelen
Gentes y ciudades que adoramos
No nos despistan
El triste aburrimiento de los hombres
Nos frenó en la cara
El canto de los niños
Nos hería
La escondida sonrisa de las niñas
Nos mataba
Nunca el mundo cambiaría
La muerte se adueñó
de las palabras
No no fue la mañana
No tu piel
No tu boca
Ni tu ombligo
No tus ojos
No tu dolor
Apenas tus piernas
Que luchaban con sus muertos
No no era yo
El hombre que cantaba
No los labios
Lamiendo tus entrañas
No fue la mañana
Inexistente
El olor que salía
De tu axila
No era
No no era
Mi brazo por tus pechos
Nos quedamos otra vez
Sin corazón.
El Terror De La Palabra
(TRIPTICO)
I
El terror de la palabra
el abismo
vértigo del sonido
desterrando el silencio o la nada
las palabras
que no quieren ser dichas
hartas del texto ambiguo
distorsión de la ciudad
caricatura del cadáver
del cáncer triunfante y exquisito
del odio común y necesario
viajando por las venas
burla patética de la mueca
risa del largo y sordo grito de calaveras
innumerables
como las arenas o la sal de la tierra.
La caída
el escape hacia la piedra
precipitación en la inacción
entumecida
la impotencia de los alcoholes
¡Clausurar todas las ventanas!
¡Tapiar las puertas!
de la casa ahora casi desierta.
II
Las palabras silenciadas
mientras los cuerpos se deslizan
por lascivias espléndidas rudas
e involuntarias
espiar esa pústula gloriosa
que nace
y con el paso del ruido en los minuteros
del sueño
crece maloliente precisamente en el
alma
laberinto donde ayer las emociones
se convertían en gramática
úlcera viva que la carne no
exhibe
humillación de los chancros
más soberbia que las llagas
abiertas por la peste
más sublime que el crimen
las palabras no dichas
promover la maledicencia
el rencor
alimentar al miedo
ser verdaderamente el lobo
sin discrimen de todos
y hacerse uno mismo tres tontos.
III
El horror de la palabra
venganza del silencio sinuoso
detrás del cielo en las noches
sin luna
al acecho desde la otra orilla del
río
castración del aliento creciente
aturdido
que espera anhelante entre las piernas
y hundirse feliz en la almohada mugrienta
aspirar de cuando en vez el polvo
revuelto por los ventiladores del
cuarto
lleno de caca seca y telarañas
como si fuese el polen de diez primaveras
la vergüenza de la propia vida
vista en la miradas de los ojos más
recónditos
la indolencia y la naúsea de
todos los siglos
la traición
la mentira la miseria
muda oscuridad donde se agitan los
pueblos.
.
Desasosiego Intermitente ( a nodo
de collage)
Oscuridad de pájaros sin fondo
Bendito sea el diablo
el labio silencioso
en este ruidoso amanecer
sólo el crimen es sincero
y duerme con la ventana abierta
La marimorena que se armó y
tú sin querer besarme
alucinación en la mesa
donde te obligo a soñar
le vierge le vivace et
le bel aujourd'hui
Ainsi vais-je librement admirer et
songer
Me atrevía a sentarme en la
cama
la mano sobre las sábanas
Un canario en su jaula colgada del
techo
gorgea estrepitósamente
La soledad conjunta a pocos deja fuera
y cae en los rostros
Eros desea a la amada
el uso continuo de esta prenda
aún así el treinta de
febrero
de tarde humea todo orgullo
El afecto humilde y vulgar
El puede avanzar porque va en el sueño
todo lo ignora de los suyos
Savia arduo sol
madrugada en la calle
triste
con su angustia de arrabales quejumbrosos
zigzaguea:
Todo me arrebata y esto es lo terrible
Qué sé yo
lo que hay detrás de una caricia
oscura
Lo sordo murmullea
pequeña prisión de eternidades
río interior cayendo hacia
el abismo
"alma que a todo un dios
prisión has sido"
aquí el hombre defiende su
estatura
mientras la noche cuida la ciudad
Los árboles crean el silencio
como las gaviotas pintan olas
todo es así todo
es vivir finado
en medio del odio establecido
no puedo ni llamarte ni llorarte
más allá del alero de
la puerta
Seguiremos arañando las paredes
pegando nuestras lenguas
Una margarita se mece en el recuerdo
y no encajo en el molde del zapato
El amor que los humanos parecían
tenerse
objeto cruel de las máquinas
fotográficas
me desgarraba entonces.
> Edgar
E. Ramirez Mella Aguada, Puerto Rico PAZ PARA VIEQUES
GIVE PEACE A CHANCE
de Edgar Ramírez
a 30 de Abril
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