Heléne Se oía a alguien hablar
de viajar en tren, cuando con un gran esfuerzo logré al fin volver
de una prolongada desolación. De una trampa más preparada
por la ansiedad.
Eras vos esa que dejó
caer ese machón de cabello sobre el rostro? Sobre el más
puro perfil de rostro que jamás pude guardar. Son esos, los movimientos
más sencillos y ordinarios, los que suelen ser inmunes a la curiosidad
de las pupilas. Así fue... tan simple como el inhalar y exhalar
bocanada tras bocanada de aire para poder seguir viviendo... sintiéndote,
transcurriendo. Tan simple fue que sólo a mi me trajo hasta éste
sitio desde donde ahora te escribo y te pienso. Te escribo y es como tenerte
frente a frente, boca a boca, mirada sobre mirada.
Eras vos Heléne? Eras
vos esa adolescente que lucía despreocupada, inocente de todo mundo,
un estado de sosiego que me incomodaba hasta el límite de la envidia...
de la impotencia. No podes hacerte a la idea de cómo me comían
las uñas tantas ganas, tanta... Es muy difícil sabes. No
lo se. O quizás sea peor aún, porque si lo se.
Una vez más era tarde,
como de costumbre. Nuevamente había caído en una de las sutiles
e interminables trampas de la ansiedad. Y ahora eras vos la cómplice
del engaño. Eras vos, tonta. Tonta. Tonta Heléne jugando
en mi inconciencia, en mi debilitada y degradada precaución de estudiante
alienado, díscolo por opción. Deliberadamente díscolo.
Stop // Play. Tonta y más tonta, y más tonto yo por éste
reproche infantil y apresurado.
Es que parece tan simple para
mi verlo de esa manera. ¿Cómo hacerte responsable? Cómo
poder hacerte responsable, tontamente responsable, de la más densa
costra mental, de ese lastre nocivo y absurdo que hoy me invade.
Donde andarás pequeña...
Tonta Heléne, no ves que ésta cordura que llevo en la piel
está fingida. Y es una pena, porque fingir es como la mentira más
cruel. Y es tan feo.
Donde andarás Heléne...
Dibujo tu boca en un vidrio empañado, pienso y te vuelvo a preguntar
que fue lo que soñaste ayer; con quién soñaste despierta
en el horizonte de tu insomnio más soberbio.
Que poco importa el horario
y las horas en éste sitio sumido en el silencio más profundo
y ensordecedor...
Habrás llegado a casa?
Dónde andarás, hilo de cobre... pequeño cristal. Autosuficiente
y vulnerable... desamparada y entrañable. Vuelvo a dibujar tu boca
en el vidrio. Vuelvo, vuelvo y no puedo dejar de volver a pensar en vos.-
Jols Millan (año lectivo ´98)
Lejanía
Yo quise pensar que fue ella
la que quiso que todo sucediera como en realidad sucedió...
Sofie. ¿Por qué
tengo que recordarte así... que mirarte así? ¿Porqué
me lleno ahora de tantas preguntas? ¿Por qué por qué
?
Sofie en libertad. Sofie alejándose
hermosamente, escapando (...su rostro diáfano, su pelo, el silencio
de su voz...), siguiendo casi de manera caprichosa el ritmo que marca su
destino, su ángel guardián.
Te llamo Sofie, y no es un error
ni un descuido. Te llamo Sofie porque me duele mucho menos que llamarte
por tu nombre, Heléne. Vuelvo y me vuelvo a preguntar por qué
tengo que tomar ésta distancia para hablarte; que es como acariciarte.
Ya no te extraño, y seguramente
tampoco te quiero. Y en éste momento en que te arranco del recuerdo,
se me ocurre pensar que hubiera funcionado mejor de otra manera. Quizás
en la piel de dos amantes creados por el espíritu lúcido
de algún escritor, de algún poeta piadoso de nosotros...
de nosotros Sofie. Y te llamo Sofie tan solo porque me duele mucho menos
que llamarte por tu nombre.
Quisiera y quiero renunciar
a eso que en un tiempo pasado fue nuestro, y que ahora vuelve para ser
sólo mío. Pero sabes? Hay una carta ahí en el suelo
desde hace tiempo, una carta que vos dejaste caer y que jamás me
animé a recoger. Pero se ha hecho tarde otra vez, ésta vez
para aprender a renunciar.
Sabes? No puedo guardarlo todo
en un libro, y guardar ese libro en un cajón, y cerrar ese cajón
con llave. No puedo. Y quizás sea porque aún te quiero, porque
en algún lugar muy lejano en mí aún se respira el
perfume que dejaste al habitarme.
Pero vos no tenes cajones ni
llaves, sólo tenes libros que guardas en valijas, que se dejan guardar
en cuartos de hotel, en terminales y aeropuertos de ciudades tan disímiles.
Siempre en lugares diferentes. En lugares que dejas atrás llevándote
alegrías y rostros de gente que siempre te sonríen, aboliendo
cualquier tristeza, cualquier descuido que forme un nudo ciego. Eso que
algunos llaman olvido.
Pero vos volves a tus libros,
y los miras y los cuidas y los tocas, pero nunca volves a leerlos. Será
por eso que nunca lloras? Los llevas siempre con vos... pero nunca miras
hacia éste sitio lejano y hermoso desde donde hoy te escribo...
y te espero.
Supongo que vos si sabes recordar,
o que cicatrizas mejor. Vos ya renunciaste a esa manera de mirar lo que
ahora se ve tan pequeño, tan nada, tan dolor. Vos fijaste a ojos
cerrados (bien apretados) el punto final cicatrizante, que es como crecer...
y saber comprender.
Pero a mi hoy se me ha hecho
tarde otra vez, ésta vez tarde para buscarte y traerte hasta ésta
realidad desde donde hoy te miro y te escribo.
Hoy quiero pensar que me llevas
con vos del mismo modo que yo te llevo a vos. Hoy sólo quiero aprender
a recordar sin tanta tristeza.-
. Jols
Millan (algún día a principios del ´99)
Dos
No recuerdo el último invierno.
No quisiera recordarlo. Sólo sé que me dejó en el
alma su frío glacial, mojó con sus lluvias todas las nostalgias...
y mis manos, que parecen haber estado llorando la noche entera.
No recuerdo si se murió o lo
matamos juntos. No recuerdo el amor. No recuerdo si dijiste o callaste,
si te acaricié, si lloraste, si lleré o lloramos juntos.
Ahora los brazos, pesados como cadenas, ya no contienen, ya no protegen,
ya no son, ya no. Ya no soñaremos juntos nunca más.
Se repliega, toma fuerzas, vuelve
sigilosamente, me despierta en la noche, se duerme conmigo, está
y busca entre mis libros, en mis papeles, acecha... trae cada uno de los
insomnios, suena en la música, habla en las voces que despiertan
mi desasosiego. Es el mal de amores, es así; malsano. Viene a sabotear
las ganas que quedan de vivir. Hoy parece haber cesado, tengo la esperanza
de que haya tomado de mi ya lo suficiente, espero el remanso emocional,
espero la cicatriz deseada que nunca llega a ser cicatriz, pero que hay
que esperar. Y a vos, que quizás aun todavía te espero sin
darme cuenta.
Porque será que caemos en razón
de los “buenos tiempos” cuando los cimientos de esa felicidad, vetustos,
han caído al vacío como las hojas en otoño, sin apuros,
indefectiblemente, sin vacilar. Porque? Si pudiera no ser consciente y
ausentarme de mi mismo, de mi vida, ser ajeno a mis recuerdos, si pudiera
mirar al futuro con otros ojos... seguramente no sería yo. Y quizás
nos cruzaríamos en la tranquilidad de algún parque como dos
extraños, indiferentes... quizá felices o heridos, pero por
otros amores. No viviríamos esta distancia insalvable si, insalvable.
Y esa sensación de distancia en algún lugar íntimo
nos habita y nos duele.
El olvido duele mas que los recuerdos.
Y la ausencia y la distancia hieren de muerte, se filtran en el alma solo
para matar... Pero quizás como el vacilo de alguna peste certera
y milenaria, nunca llegue a desaparecer del todo el sentimiento cuando
llega y se llama amor. Quizás él nos sobreviva y ande luego
de nosotros huérfano por este mundo, como ilusiones sin dueño,
como alma que no es alma sino pena, como un insomnio, como un reproche,
como un sonido en el silencio, como el lucero en la oscuridad detrás
de la noche. Quizás ese amor transmigre en innumerables almas, habitándolas
como nos habito a nosotros. Y si así fuera... seguramente, dolorosamente
ese amor que creímos tan nuestro sea ajeno, y hayamos sido nosotros
casa de paso o albergue y refugio de un amor eterno, viajero, incierto,
certero... Nuestros cuerpos, tu pelo, el perfume de tu piel en mi almohada
vacía, nuestras voces, tu cara perdida en el hueco de mis manos,
el silbido del viento pasando entre tus labios y los míos, mi inconciencia,
aquella cita fallida, las ausencias persistentes, el kilómetro de
caricias sobre el desierto de tu cuerpo, esa noche serena a orillas
del mar escenario de un encuentro furtivo, el derroche de besos que se
agotaron, las lagrimas en tiempos feroces... todo aquello sería
una ilusión pasajera. Nosotros, (afortunadamente) meros instrumentos
de algo sublime, muy superior a la suma de dos... De nosotros que alguna
vez aprendimos a sumar y supimos ser dos. Dos.
Jols Millan (marzo/02)
Anatomía de lo futuro...
Cuando toda esa humedad se haya marchado
de aquí
y lo único inalcanzable y siempre
lejano sea el horizonte.
Cuando llegue el tiempo de reírnos
de los errores cometidos
(y sin que nadie nos haya enseñado)
hayamos aprendido ya lo suficiente.
Cuando tus días y los míos
habiten un mismo hogar
y el amor sea despertar a tu lado
en la mañana
...retozar, enredar nuestros cuerpos
desnudos.
Cuando ya no quieras más cuidados
que los que mis manos te puedan dar
...cuando no necesites cerrar los
ojos para soñar.
Cuando ya nada dependa de vos... o
de mi
sino de nuestro instinto más
sabio y oculto.
Cuando ya no llevemos la cuenta de
la edad
sino de los años de amor.
Cuando nuestros silencios sean el
resumen
de nuestras vidas compartidas
Cuando la naturaleza al fin haya resuelto
quedarse en nosotros...
Cuando al fin todo eso llegue
jamás volveremos a ser dos
sino un alma sola
...habremos alcanzado la plena felicidad.
Jols Millan (09/MAR/01)
Tu recuerdo entre mis redes
Te prometí contar al revés
Para cuando llegara el tiempo
De pronunciar algún “...tal
vez”
Te acordas?
Era la vez aquella
En que creíamos que el viento
Sabía tu nombre... y el mío
Pero vos sabes como es el frío
Cuando escapa del invierno
Se lleva todas las mentiras
Y en esa parte la verdad
Es un agujero compartido
Repartido de manera desigual
Desde el pie de la montaña
Se te ve crecer tan saludable
...sos tan agradable
Hoy es el peor domingo
de mi instinto desgastado
Volvió con el silencio de la
derrota sentimental
Lo tengo aquí a mi lado
Ahora somos dos abandonados
Buscando un nombre de mujer
Para un ángel varón
Que está varado en mi balcón
Es por lo del sufrimiento
Vos lo llevas mejor, corazón
de león
La porcelana se hizo trizas
Que hermoso recuerdo tu sonrisa
La de aquella vez
Te acordas?
Cuando te prometí contar al
revés.
Jols Millan
(Dic.´97)
Tu piel
Lo que empecé a ver a los lejos
Eran tus ojos que no dejaban de llorar
Por aquel amor que ya no era
Lo que a lo lejos puedo ver
Es lo que tuve que cuidar
Son cuatro tristezas en un mismo hogar
El horizonte hizo pie frente a mi
Y decirte que todo me es el ayer
Es verte crecer en libertad
Lo que hoy puedo ver son tus pies
...en el horizonte. Es tu piel
Que se acaba de romper
Debajo de mi piel.
Jols Millan (¿26?)
Sin hijos
En éste invierno irregular
me decido a guardar un vació
inconmensurable
para un futuro distante,
donde espero habrá más
espacio.
Afuera, en el patio de la casa
Hay un jardín que no dará
flores
...en el fondo, una suma que siempre
dará dos.
Dos y sólo dos.
Presto un puñal para que me
lastimen
Y no es el mismo que saco cuando debo
defenderme.
Los que vinieron a degradarlo
Ahora caminan en círculos.
Quizás algún día
decidan marcharse.
Al menos hoy no deberías llorar
por esto
...no puedo siquiera pensarlo.
Un recuerdo, un presagio,
un tiempo con espacio para dos.
Solamente para dos.
Jols Millan (...´99)
XX... un millon de años luz
Una estela en el mar, mas azul que
el mar
Una imagen tuya se dibuja en mi mente
Y no logro ser libre... libre de verdad
Quiero creer que voy a encontrar lo
que busco
Mi boca solo recuerda el sabor de la
tuya
...y pensar que estaba en tus manos
el principio de lo que siempre busque
Creí en vos, pero no fue suficiente,
vos creíste mucho mas en mi
Te defraude me defraude
y perdí una parte de mi vida
Hoy busco innecesariamente, porque
estabas en mi y no te vi
Hoy puedo quedarme solo, como en el
principio, cuando no era nadie... nada
Ahora te escribo desde un horizonte
nuevo... incierto
Te doy las gracias, te llevo conmigo
como cuando aun no te conocía...
Y pensar que estabas en mi
Gracias por todo, gracias por la música,
por la inspiración, por ser la musa
Por lo que hiciste de mi...
y por todo lo que intentaste y no
pudiste hacer de mi
Sos una estrella, una boca que busca
el aire, un sol que amanece en mi interior
...gracias
Estas manos no sirven para nada, los
ojos ya no saben mirar,
Los sentimientos no pueden sino buscar,
fingir un amor que no es el tuyo
La pena y el desencuentro están
a la vera del camino
...nos embistieron hace tiempo
Sos el Dios que no fui, el ángel
que me cuidó, el amor que perdí
Seguís siendo el aire, bocanada
que respiro y me da vida...
el amor que no logro abandonar
Y es esta la manera que tengo de agradecértelo
de respetarte por lo que no te respete
De despertarme...
de quererte por lo que no te quise...
de valorarte.
Sos el cielo que no puedo conseguir...
lo que ya no puedo cuidar
Porque ya no me perteneces
...porque quizás nunca me perteneciste.
Jols Millan (una ...otra sucia noche de Feb/28/02)
de Jols Millan
a 30 de Mayo
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