In memoriam Colombia

El me mira y está pensando en los arboles de su tierra
que florecen abundantemente  todo el año.
Fragante y seductor en pleno calor humedo de los dias - todos los dias-.
Obstinados e insensatos como no valdriá  para ellos el circulo eterno de crecer y desaparecer, 
de la vida y de la muerte.
Orgullosa está la ceiba en pleno ardor del mediodía, con opulencia crece a lo alto la flor de pascua también en navidad,  el tamarindo despide su dulce aróma,  el mango cuida cada casa
Arboles de eucalipto crecen hacia  el cielo.
Y muchos mas sin nombres  se pierden en las nubes de la selva, donde sólo chillan los monos y los papagayos. 
Pero los guaduales susurran  su canción para  los que  se aman.

Ramaje deshojado en el azul invernal.
El anhelo
en  nosotros encerrado.
Encerrados
el verde
el amarillo
el presentimiento ligero: de ahí somos.

Recogerse el  uno en el otro, dandose calor.
En la mirada del otro
escaparse del olvido.

... y se alzan los arboles pelados y desnudos  hacia el infinito como si buscaran sustento y  sentido. Conjurando imagenes de campos calorosos de  maíz, valles verdes y abundantes, orquideas florecientes, frutas amarillas, que se disuelven dulcemente en la boca.

bailar
vacilar
caer uno en el otro

En dias tibios de  primavera siembras  tú el maíz colorado 
en mi tierra oscura.
País de maíz - país lejano.
Y en dias congelados del inverno
recoges tú las frutas amarillas del sol de mi fantasía -  .

Guaduales: un tronco duro de bambú
Capa por capa
una en la otra
una encima de  la otra
una para la otra
creciendo,
inseparable
fuerte
Así se balancean susurrando en el viento
al lado de una laguna reflejandosen
de  cual oscuridad
soló los  salvará
el sol de la mañana.
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 

 
 

de marina wieland

a 26 de febrero de 02